Pese a todo, finanzas más sanas, pero aún con retos complejos

Después de 5 años de trabajo podemos afirmar que las finanzas de Nuevo León han mejorado, pese al actual contexto adverso que enfrentamos.
26/10/2020

En 2015 las finanzas de Nuevo León estaban “en comaâ€. En 2020 podemos decir que a pesar del contexto adverso por la peor crisis económica y sanitaria que ha vivido México, a la cual debemos sumar el excesivo centralismo del Gobierno Federal, las finanzas en nuestra entidad han mejorado.

En todo ente económico, en toda familia y en un gobierno, debemos ver a las finanzas como un medio, no como un fin por sí mismas; es decir, son el energético para hacer que las cosas funcionen. En el ámbito de las finanzas públicas se dice que deben ser funcionales a los intereses de la sociedad, que deben servir para atender las preocupaciones de la gente. Así que con unas finanzas públicas desordenadas, es de esperarse que el gobierno funcione mal y, por ende, no satisfaga las prioridades de la gente.

Aunque las acciones gubernamentales contribuyen solamente con el 1.93% en el PIB de Nuevo León (Inegi, 2018), el gobierno incide grandemente en el bienestar de la población, pues se encarga de la educación, salud, seguridad, infraestructura, medio ambiente, así como de entregar recursos a los poderes Legislativo y Judicial y a otras áreas fundamentales para el progreso del Estado . 

Por eso, decidimos “tomar el toro por los cuernosâ€. En 2015 el indicador más relevante de que las cosas no estaban bien era el relativo al déficit financiero, que ese año superaba los 6 mil 500 millones de pesos. 

Ahora el déficit es mucho menor y de no ser por la pandemia, este año 2020 y el 2021 tendríamos superávit. El Covid-19 y la crisis económica han afectado las finanzas y ponen al Gobierno frente a un gran reto.

Ya lo hicimos una vez y lo seguimos haciendo. Actuamos como cualquier persona responsable ante un problema financiero: bajamos el gasto no prioritario, fortalecimos los ingresos -sin subir impuestos- y reestructuramos pasivos bancarios, es decir, los créditos que teníamos con los bancos.

En lo referente al gasto, mientras que en 2015 el tamaño de gobierno -excluyendo educación, salud y seguridad- representaba el 9% del total del presupuesto, ahora solo significa el 6%. 

Los ingresos propios, aquellos que no dependen de las transferencias federales, han crecido un 55%, a pesar de haber eliminado el pago del impuesto a la tenencia vehicular.

Mientras que en 2015 la deuda representaba el 140% de los ingresos del Estado, ahora equivale al 112%. 

Con todos estos cambios, que implicaron un sinnúmero de acciones, hemos logrado tener mayor capacidad financiera, la cual ha se ha traducido en una mejor operación del gobierno. Ya no se retrasan los pagos a los proveedores, a las organizaciones de la sociedad civil, a la UANL, a los municipios, poderes u organismos autónomos, etcétera. 

La mejora en la situación financiera no es un tema subjetivo, sino por el contrario, es sumamente objetivo. De ello ya han dado cuenta las agencias calificadoras de riesgo crediticio, las cuales han elevado la posición de Nuevo León en los años recientes.

De manera simultánea se ha trabajado en favor de la transparencia en el manejo de las finanzas públicas y en la rendición de cuentas. Los principales indicadores han mejorado y los resultados ya se consignan en los diferentes sistemas de evaluación de la disponibilidad y calidad de la información fiscal y presupuestal, a nivel nacional.

En las observaciones emitidas por los entes fiscalizadores, como la Auditoría Superior de la Federación (ASF), Nuevo León es uno de los estados con menos montos observados y sin ningún caso grave.

En los últimos años hemos tomado decisiones complicadas, pero es oportuno precisar cuáles han sido y sobre todo, cuáles nos han permitido mejorar nuestras finanzas. 

Los ajustes a sueldos y aguinaldos, y todo el gasto corriente, además de la considerable baja en gastos de comunicación han permitido “liberar recursosâ€, para equilibrar las finanzas de manera paulatina. 

Sin embargo -y hago énfasis en este punto-, dada la situación financiera que tiene el Estado, y después de pagar sueldos de maestros, policías, personal del servicio médico, así como el pasivo en pensiones y bancario, resulta que la capacidad operativa del gobierno es muy limitada y como consecuencia, la posibilidad de invertir es nula.

Desde antes de que llegara este gobierno y durante toda la administración, la única forma para invertir -en hospitales, patrullas, penales, carreteras, vagones para el metro, prepas militarizadas, esferas culturales, etc.-, es a través del financiamiento, el cual, sin duda, ha crecido, pero también lo han hecho nuestros ingresos. Así lo muestra la SHCP en su Sistema de Alertas. 

En esta travesía de ir corrigiendo las cosas que no funcionaban para las finanzas del Estado, hemos contado con el apoyo de ciudadanos expertos que participan en la Comisión de Finanzas del Consejo Nuevo León para la Planeación Estratégica. 

El Gobierno trabaja en equipo con los ciudadanos. Aprovecha sus valiosas contribuciones técnicas y su colaboración en los temas que son trascendentes para la comunidad. 

Por ejemplo, en conjunto con estos ciudadanos, desde hace más de dos años iniciamos un proceso para modificar y corregir el problema que enfrenta el gobierno estatal para pagar las pensiones. 

Los resultados ahí están. Ahora contamos con una nueva ley que garantiza que los policías, maestros, personal médico, agentes ministeriales y personal del Poder Judicial y Legislativo, cuenten con una jubilación más digna, y esta ley, a su vez, permite que el Estado tenga más capacidad financiera para afrontar el déficit pensionario.

Sin embargo, a pesar de las grandes mejoras en la operación financiera del Estado, debemos reconocer que hay importantes retos que estarán presionando su desarrollo. El más importante es conseguir la manera de invertir más en los temas que la sociedad demanda. Y el desafío es más complejo cuando el gobierno federal ha recortado los recursos para Nuevo León.

Por su impacto positivo en la sociedad, obras como la Presa La Libertad, Periférico 3 (Montemorelos-Juárez) y las adecuaciones a los penales por el cierre de Topo Chico, son sumamente estratégicas, pero todavía hay retos en materia de seguridad, movilidad y medio ambiente, que obligan a explorar otras rutas de acción, como pueden ser las asociaciones público –privadas bien diseñadas. 

Sin triunfalismo y con objetividad, es válido decir que se han logrado muchas cosas a pesar de las circunstancias, pero aún hay grandes retos. Y esto es comprensible en un Estado cuya su población contribuye de manera importante al desarrollo del país, que sigue creciendo por arriba del promedio nacional y que por lo tanto demanda más y mejores bienes y servicios públicos.

Hoy estamos mucho mejor que en 2015. Eso es innegable. Pero estar mejor no es estar en el punto óptimo. Eso lo entendemos y así lo transmitimos a la sociedad. 

Tener finanzas sanas no es un fin en sí mismo, pero es la condición más importante para que las cosas s sucedan. Y en ello seguiremos trabajando.
 



CARLOS ALBERTO GARZA IBARRA es Secretario de Finanzas y Tesorero General del Estado de Nuevo León.

Las opiniones expresadas por el autor no reflejan necesariamente el punto de vista de MOBILNEWS.MX

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