Efraín Klériga

Sí existe en México un político que ha podido construir una carrera gracias a los órganos electorales ciudadanizados, es precisamente Andrés Manuel López Obrador, y ahora quiere abrogarlos para erigirse dictador.

La historia de López Obrador y el narco es la fase más preocupante de su desgobierno, y las excusas para no actuar, para que la DEA no actúe, cada día son más pueriles.

Luego de tres años de gobierno el pueblo no está "feliz feliz" como proclama López Obrador, y mientras los datos muestran que malestar y la depresión crecen, aumenta también la aprobación presidencial ¿Es un suicidio colectivo?

El problema de la migración no es cosa de lamentarse cuando fluye la sangre, sino de actuar y hacer buena política y elegir funcionarios que hagan bien su chamba.

Se llama fanático a quien cree exageradamente en algo y cortesano al que sirve obsequiosamente a un superior, usted decida el caso Poniatowska.

Si los primeros tres años de gobierno de Andrés Manuel López Obrador les pareció un trago amargo, pues ahí viene doble cucharada.

Ómicron hizo caer bolsas en Europa y Wall Street registra fuerte caída, pero no el optimismo moreno ni las ansias del "caudillo" de lucirse o lucrar con sus sorteos.

La realidad es que no hay medicamentos y sobran frases para ocultar la verdad y con los recortes presupuestales para 2022 la situación no cambiará…

A López sólo le faltó decir, para justificar hacer de seguridad nacional sus obras: "Se imaginan si se amparan contra mi aeropuerto, si me detienen mi refinería"…

López, el enamorado del petróleo, tuvo que firmar un comunicado donde se avala colectivamente tomar medidas rápidas y coordinadas contra el cambio climático.