La realidad frente a los otros datos

La información difundida por el INEGI pone de manifiesto la urgente necesidad de un agresivo programa de estímulos fiscales para pequeñas y medianas empresas.
04/12/2020

El saldo que la pandemia dejará en materia económica es alarmante. Dos estudios publicados en días recientes por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) apuntan que, en los últimos 17 meses, más de un millón de pequeñas y medianas empresas se han visto obligadas a cerrar sus puertas.

Sin duda, la propagación de la Covid-19 ha sido la principal causa para que esta preocupante tasa de Pymes haya sido orillada a suspender de manera definitiva sus actividades, con el alto impacto que tendrá en términos de desempleo y derrama económica.

El dato no es menor y debería tener encendidas las alertas en las esferas gubernamentales. México tenía hasta hace unos meses en las pequeñas y medianas empresas un motor de desarrollo, ya que, según cifras de la propia Secretaría de Economía, en el país existen cerca de 4 millones de firmas catalogadas en este rubro, lo que representa  99.8% del total de las compañías establecidas en territorio nacional.

Más preocupante resulta este anuncio debido a que las Pymes son generadoras de más del 70% de las fuentes de empleo y contribuyen al desarrollo del país con 52% del Producto Interno Bruto.

Nadie en la administración federal o en los estados podría quedarse de brazos cruzados frente a esta situación. En su conferencia matutina de ayer, el presidente López Obrador dijo tener otros datos que los reportados por el INEGI en su estudio sobre la Demografía de los Negocios 2020 y la Encuesta sobre el Impacto Económico Generado por Covid-19 en las Empresas 2020.

Fiel a su forma de eludir cualquier cifra que le resulte contraproducente, el titular del Ejecutivo afirmó: “Yo tengo información de que no se nos ha caído el consumo, que estamos recuperando los empleos, no tenemos escasez de alimentos, no hay carestía de la vida, no hay devaluación del peso, no nos hemos endeudado, no han aumentado los impuestosâ€.

La información difundida por el INEGI pone de manifiesto la urgente necesidad de un agresivo programa de estímulos fiscales para este tipo de empresas que son fundamentales para la estabilidad económica del país, tal y como se ha insistido desde distintos foros.

De no existir un esquema como lo proponen las cúpulas empresariales y las asociaciones de pequeños comerciantes, previsiones como las hechas ayer por Standard & Poor’s, en el sentido de que México será de los países que mayor tiempo le tomará recuperar el dinamismo económico previo a la pandemia, desafortunadamente, se verán cristalizadas.

Muchas cosas son las que están en juego frente a esta situación. Una de ellas es el legado que habrá de dejar el Gobierno del presidente López Obrador.

SEGUNDO TERCIO. Uno de los sectores que mayor preocupación ha expresado por el impacto de la pandemia es el de las tiendas de abarrotes, que emplean hasta dos personas. De acuerdo con cifras de la Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes, del padrón de 1.2 millones de tienditas que existe en el país, al menos 150 mil han cerrado debido a los efectos de la pandemia.

TERCER TERCIO. Industria Mexicana de Coca-Cola, en cuyos cálculos se ubican 500 mil tienditas en riesgo para el próximo año, ha decidido ayudar a los abarroteros. Un ejemplo de lo que, solidariamente y en pos de preservar el negocio, se puede hacer desde la iniciativa privada.



EDUARDO DEL RÃO es periodista. Diplomático por más de una década. Ex servidor público. Consultor en comunicación.

Las opiniones expresadas por el autor no reflejan necesariamente el punto de vista de MOBILNEWS.MX

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