Salvador Borrego

Los seguidores más fieles de AMLO han establecido para él el arquetipo de lo que debe ser un militante de su causa. Se debe estar con él, con el líder supremo, hasta la ignominia. 

Somos una minoría quienes apreciamos con claridad que el retraso que AMLO y la 4T están provocando, nos llevará muchos años revertir, y que muchos de nosotros, por nuestra edad, no veremos esa recuperación.

Las comparaciones razonables se deben de hacer no en el contraste con pasados lejanos sino con el pasado reciente. Sin minimizar el problema delictivo en Nuevo León, debemos destacar y rescatar, que se está mejorando.

Luego vino la combinación fatal: la pendejez participativa con la democracia. El resultado inevitable: que más pendejos y cada vez más pendejos, accedieran al poder.

Sin duda que Luis Donaldo Colosio hijo podría ganar la presidencia de México en 2024, pero para ello debe sortear con inteligencia varios retos.

Aunque soy de los afortunados para participar en las casillas en la revocación de mandato me veo en la necesidad de decirle NO al INE, por que así me lo ordenan mis datos y conciencia.

Tolerar la irracionalidad, aguantar las groserías y el mal gusto, es lo que se que tenía qué hacer y Carlos Salazar lo hizo muy bien en el Consejo Coordinador Empresarial. El logro mayor de su gestión es que todavía tenemos país.

Hay preocupación en muchos mexicanos por la hospitalización de AMLO. Muchos porque lo quieren, otros por las funestas consecuencias que su ausencia traería para el país.

AMLO se preocupó por destruir al PRI y al PAN; pero MC sigue vivo y tiene entre sus militantes a Colosio, que surge como la única opción de oposición, hasta ahora, que podría ganar la presidencia de México.

Los buenos deseos e intenciones del presidente, no corresponden con sus acciones y conductas, son pura demagogia.