El camino hacia un desarrollo sostenible requiere la participación de todos los sectores de la sociedad, pues la mitigación de los efectos del cambio climático y la desaceleración del mismo es un asunto de interés global e inmediato, ya que cada vez más se perciben sus consecuencias en la vida diaria de las personas.
En ese sentido, algo se ha avanzado a nivel mundial en las empresas y ya hay cada vez una mayor conciencia en los ciudadanos, y muchos gobiernos en varios paÃses del mundo están haciendo esfuerzos por ser parte de la solución.
No es el caso en México, ni mucho menos en Nuevo León.
Usualmente, nuestros gobiernos tienen siempre temas urgentes que resolver, como la gobernabilidad misma en el Estado, por ejemplo.
Sin embargo, el gobierno en todos sus niveles debe jugar un rol transversal y trascendental en la integración de un ecosistema social y empresarial alineado con los Objetivos del Desarrollo Sostenible.
1. LIDERAR CON EL EJEMPLO
Las oficinas gubernamentales, sus operaciones y servicios, acciones y compromisos deben poner la muestra a la ciudadanÃa y a las empresas de cómo operar sosteniblemente, reportando y transparentando asà mismo sus impactos, y reportándolos de manera estandarizada.
El gobierno deberÃa ser el primero en atender las exigencias en materia ambiental que hace a las empresas, reciclar, ahorrar agua y reducir su consumo energético, ser cero residuos y medir su huella de carbono.
2. INVERSIÓN CON VISIÓN DE SOSTENIBILIDAD
Infraestructura verde, movilidad, agua, energÃa, reforestación y otros campos requieren el liderazgo, la coordinación e impulso del gobierno para aglutinar esfuerzos hacia grandes metas, en lugar de sólo acudir a inaugurar esfuerzos aislados o acciones individuales.
3. INCENTIVOS Y PROMOCIÓN
El gobierno puede y debe, de palabra y en los hechos, ser el principal promotor de la sostenibilidad, a través de sus compras, por ejemplo, promoviendo que sus proveedores tengan algún tipo de certificación como empresa socialmente responsable o que reporten su impacto al asignarles mayores puntos en las licitaciones.
La gestión sostenible debe dejar de ser algo deseable, a algo indispensable para prosperar en un ecosistema económico con visión de largo plazo.
4. MARCO NORMATIVO
Por supuesto, en el aspecto normativo y regulatorio es en donde las autoridades más pueden ejercer un cambio en la forma de hacer negocios. Evidentemente, se debe buscar un balance entre la promoción de la inversión, evitar el crecimiento de la burocracia y la tramitologÃa e incentivar la sostenibilidad.
La regulación deberÃa hacer más atractivo y rentable para las empresas y las personas decidir por opciones menos dañinas para el medio ambiente.
5. PROMOCIÓN DE UNA CULTURA DE SOSTENIBILIDAD
AquÃ, gobierno y medios de comunicación pueden hacer equipo para que el tema sea más que una moda, y se convierta en una caracterÃstica cultural de la sociedad, agregando el reconocimiento social como elemento de cada compra y cada decisión.
Sólo trabajando juntos y de manera articulada hacia el bien común, podremos transitar como sociedad a una nueva etapa de desarrollo sostenible, que conserve para nuestros herederos un legado natural y saludable.