A menos de un año de que Monterrey reciba miles de visitantes como sede de la Copa Mundial de la FIFA 2026, el Gobierno del Estado de Nuevo León ha apostado por la adquisición masiva de camiones urbanos como solución principal a los desafíos de movilidad. El gobernador Samuel García ha anunciado la compra de 2,000 unidades, comenzando con 300 camiones Marcopolo-Volvo fabricados en el estado. Aunque esta inversión representa un impulso a la industria local y promete mejoras tecnológicas como Wi-Fi, GPS y accesibilidad, ¿es realmente la respuesta que necesita el sistema de transporte público?
La movilidad urbana no se resuelve únicamente con más vehículos. De hecho, sin una reorganización profunda de las rutas, los nuevos camiones podrían terminar atrapados en los mismos cuellos de botella que afectan a los usuarios hoy en día. La falta de una planificación integral que considere la demanda real, los horarios, y la conectividad entre municipios como Monterrey, Guadalupe, San Nicolás y Apodaca, limita el impacto positivo de esta renovación vehicular.
Otro aspecto olvidado es la estandarización de los sistemas de pago. Actualmente, los usuarios enfrentan una fragmentación que complica el uso eficiente del transporte público. Un sistema unificado, digital y accesible permitiría una experiencia más fluida, especialmente para los visitantes internacionales que llegarán en 2026. ¿Cómo se espera que turistas naveguen un sistema que ni siquiera los locales encuentran intuitivo?
Además, la integración entre los distintos medios de transporte —camiones, metro, taxis, bicicletas públicas y plataformas digitales— sigue siendo una asignatura pendiente. La movilidad moderna exige una red interconectada, donde el usuario pueda planear su trayecto de forma eficiente, combinando distintos modos de transporte. Sin esta visión, los nuevos camiones serán solo una pieza aislada en un rompecabezas incompleto.
A esto se suma una preocupante falta de diálogo político entre el Gobierno del Estado y los municipios. San Pedro, Monterrey y Santa Catarina han comenzado a implementar sus propias rutas gratuitas, lo que evidencia una fragmentación institucional que podría generar duplicidad de esfuerzos, competencia desleal entre sistemas y confusión para los usuarios. ¿Por qué no se está construyendo una estrategia conjunta que aproveche los recursos y conocimientos de todos los niveles de gobierno?
La Copa Mundial representa una oportunidad histórica para mostrar a Monterrey como una ciudad moderna, eficiente y acogedora. Pero también es una prueba de fuego. ¿Está el estado preparado para recibir a miles de visitantes con un sistema de transporte que sigue sin resolver sus problemas estructurales?
La inversión en camiones es bienvenida, pero no debe ser vista como una solución única. Es momento de que el Gobierno del Estado amplíe su enfoque, escuche a expertos en urbanismo y movilidad, y construya un sistema verdaderamente integrado, sostenible y funcional. Porque más que camiones, lo que Nuevo León necesita es una estrategia de movilidad inteligente y colaborativa.