Gerardo Romo
Matar no es jugar y jugar a matar no es un juego, aunque jugar a matar normaliza la cultura de la muerte y las distintas formas de violencias.
En este sentido, ¿las armas de juguete realmente potencian la criminalidad en nuestro país?
En 2018 policías de la Ciudad de México decomisaron 295 armas de réplica (casi iguales a las verdaderas) utilizadas para cometer asaltos, mientras que en 2022 se decomisaron 308.
Estas armas tipo escuadras, ametralladoras o rifles se consiguen en mercados de la capital del país hasta en 30 pesos y en las plataformas de comercio global como Amazon o Mercado Libre, por mencionar algunas.
En días pasados La diputada del Partido Verde Ecologista de México Rebeca Peralta presentó ante el Congreso de la Ciudad de México una iniciativa para prohibir la producción, distribución, venta, renta y exhibición de juguetes bélicos como pistolas, bombas o cuchillos.
El argumento de la promovente es desalentar la normalización de la violencia desde la infancia y promover una cultura de paz.
Y es que según la legisladora paradójicamente en esta temporada navideña y de celebración de la festividad de los Reyes Magos es cuando las familias compran más juguetes bélicos a sus hijas e hijos.
Los robos con armas de juguete no ocurren sólo en Ciudad de México, Édgar un hombre de 27 años en la colonia Cañada Blanca del municipio Guadalupe Nuevo León fue video grabado robando una tienda con un arma de juguete, el joven, según la policía tenía 8 asaltos previos de la misma manera en un lapso de 45 días.
En San Luis Potosí, José Luis Ruiz, titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana ha informado que se tienen reportados 2 casos al mes de asaltos con armas de juguete.
Pero esta cultura de la violencia criminal y su apología del delito es mundial y sistemática, si no lo creemos basta ver cómo una gran parte del contenido televisivo que se consume en nuestro país y en plataformas digitales trasnacionales como Netflix, HBO, Tlemundo y en lo local Televisa o Televisión Azteca tienen sus pantallas llenas de series que romantizan, normalizan y hasta enaltecen el modo de vida criminal.
… ARMAS REALES, CIENTOS DE MILES DE HOMICIDIOS
En contraparte, de acuerdo a la agencia EFE en el Gobierno del ex presidente Andrés Manuel López Obrador la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) incautó 28 mil 159 armas ilegales a distintos grupos criminales, aunque especialistas como el investigador Carlos Pérez Ricart estima que cada año entran a México vía Estados Unidos 200 mil armas al año.
Derivado de este problema el Gobierno de México presentó desde 2021 una demanda contra las principales fabricantes de armas en Estados Unidos por 10 mil millones de dólares, argumentando que sus prácticas de negocios ayudan a fomentar la violencia que entre diferentes grupos delictivos azota al país. La Suprema Corte de los Estados Unidos desestimó la demanda del Gobierno de México en junio del presente año, el litigio continúa
Y la muestra del poder de este argumento es clara, pues en el sexenio del ex presidente Felipe Calderón, quien desató la llamada guerra contra el narcotráfico el país experimentó hasta entonces su ola de homicidios dolosos más grande de su historia, un total de 102 mil 859.
Fue también en el Calderonato cundo se efectuó el Operativo Rápido y Furioso implementado entre 2009 y 2011 por los gobiernos de Estados Unidos (Barack Obama) y México en el que al menos 2,500 armas de grueso calibre entraron de manera ilegal al país, las cuales iban con destino directo a diferentes grupos delincuencia organizada.
Aunque no se sabe con precisión cuántas muertes ocasionó ese tráfico de armas consensado, Eric Holder fiscal General de los Estados Unidos reconoció que la operación fue “fallida en su totalidad y nunca debió haber existido”.
Y es que se planeó que las armas tendrían chips de geolocalización para luego atacar a organizaciones delictivas, pero estas se habrían dado cuenta de la trampa y destruyeron los chips antes de que autoridad alguna hubiera podido detener a delincuentes con las armas como estaba previsto.
Luego, durante la presidencia de Enrique Peña Nieto el sexenio terminó con 137 mil 289 homicidios dolosos, 31 mil más que en el Calderonato.
Y el Gobierno del ex presidente Presidente Andrés Manuel López Obrador (2019-2024) concluyó con 188 mil 987 homicidios dolosos, de acuerdo con cifras oficiales del Consejo Nacional de Seguridad Pública, 37 por ciento más que en el último sexenio priista.
En lo que va del gobierno de la Presidenta Claudia Sheinbaum, al 30 de noviembre del 2025, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional Seguridad Pública (SESNSP) reporta una disminución de 37 por ciento en los homicidios dolosos diarios, lo que equivale a 32 menos por día respecto a septiembre de 2024.
“Los últimos 14 meses han presentado una tendencia sostenida a la baja; en septiembre (de 2024) hubo 86.9 homicidios diarios y ahora estamos en promedio de 54.7, una reducción de 37 por ciento. Es el noviembre más bajo desde 2015”, aseguró Marcela Figueroa Franco, titular del SESNSP.
A grandes males, grandes remedios y para que México deje de padecer las distintas violencias que en su extremo conducen a la muerte se requiere de cambios culturales profundos que impidan su normalización desde las infancias y un compromiso del Estado a combatir esta cultura con políticas públicas efectivas de contención, prevención y combate a las causas estructurales que la generan como la pobreza, la desigualdad, la falta de oportunidades de empleo bien remunerado para los jóvenes, (una ruta que ya se ha trasado desde este cambio de régimen).
México y la humanidad enfrentamos a diario el desafío de combatir las violencias y vale aquí recordar lo que nos sugería Mahatma Gandhi cuando advertía que “no hay camino hacia la paz, la paz es el camino”.