Democracia simulada

Habr谩 quienes celebren la elecci贸n como un paso hacia la democratizaci贸n del Poder Judicial. Pero, en la pr谩ctica, fue un proceso apresurado, improvisado y profundamente manipulado, tanto desde el oficialismo como desde la oposici贸n.
05/06/2025

La elecci贸n judicial del pasado 1 de junio fue anunciada con bombo y platillo como un ejercicio hist贸rico de participaci贸n ciudadana. Por primera vez, los mexicanos tuvimos en nuestras manos la posibilidad de elegir a ministros, magistrados y jueces. Sin embargo, los n煤meros pintan un escenario que dista mucho de una fiesta democr谩tica.

De un padr贸n nacional de casi 100 millones de electores, apenas el 13 % acudi贸 a las urnas. Es decir, m谩s de 87 millones de ciudadanos decidieron no participar en este proceso. Y dentro de ese peque帽o porcentaje que s铆 vot贸, se anularon m谩s de 22 millones de boletas. Esto puede parecer una contradicci贸n, pero no lo es: cada persona recibi贸 hasta 10 boletas distintas, una por cada cargo judicial a elegir, por lo que el n煤mero total de boletas anuladas fue muy superior al de personas votantes. 驴Eso es democracia? 驴Una elecci贸n v谩lida puede sostenerse sobre un ausentismo brutal y un rechazo masivo expresado en papeletas vac铆as o tachadas?

M谩s a煤n: el ministro que obtuvo la mayor cantidad de votos, Hugo Aguilar Ortiz, fue respaldado por poco m谩s de 6 millones de ciudadanos. Lenia Batres, hermana del actual jefe de Gobierno de la Ciudad de M茅xico, alcanz贸 poco menos de esa cifra. Pero, si tomamos en cuenta que el padr贸n nacional supera los 99 millones, ni siquiera el 6 % del electorado eligi贸 a los nuevos integrantes de la Suprema Corte de Justicia de la Naci贸n. 驴Eso es representatividad?

A nivel federal, al menos 10 cargos estaban garantizados antes de que se abrieran las urnas: 9 magistraturas de circuito y una plaza de jueza de distrito. Estos puestos estaban repartidos en entidades como Quer茅taro, Jalisco, Ciudad de M茅xico, Guanajuato, Sinaloa y San Luis Potos铆. En cada caso, hab铆a un solo candidato en la boleta. Bastaba con que esa persona se votara a s铆 misma para resultar electa. Ni campa帽a, ni competencia, ni escrutinio p煤blico: una elecci贸n sin elecci贸n.

El absurdo se replic贸 en los estados. En Durango, 49 de 49 cargos se asignaron sin contrincantes. Y en Coahuila, donde se elegir铆an 106 cargos judiciales locales, 80 ya estaban pr谩cticamente decididos antes del domingo electoral, porque las planillas de candidatos eran pr谩cticamente id茅nticas en las tres opciones disponibles. Cambiaban unos cuantos nombres, pero el grueso de los aspirantes se repet铆a como si fueran parte del mismo libreto. No hab铆a nada que elegir, solo validar lo ya negociado.

Mientras tanto, se presumi贸 una participaci贸n del 24 % en Coahuila, cifra alta frente al 13 % nacional, fue el estado donde hubo mayor participaci贸n ciudadana; sin embargo, tambi茅n se ubic贸 entre los estados con m谩s votos nulos: 12.4 % del total emitido. 驴Qu茅 nos dice esto? Que incluso entre quienes fueron movilizados, muchos decidieron anular su boleta como forma de protesta o simplemente no comprendieron por qui茅n o por qu茅 estaban votando. En distritos como San Pedro, los votos nulos superaron el 16 %, mientras que en otros, como Ciudad Acu帽a, la participaci贸n no alcanz贸 ni el 20 %.

La reforma que impuls贸 esta elecci贸n pretend铆a acercar la justicia al pueblo. Pero termin贸 alej谩ndola a煤n m谩s. Boletas confusas, candidatos poco conocidos y una campa帽a escasa de informaci贸n generaron un resultado desolador: una mayor铆a absoluta que no vot贸, una minor铆a que vot贸 nulo, y un peque帽o porcentaje de personas que decidieron a quienes impartir谩n justicia en nombre de todos.

Habr谩 quienes celebren esta elecci贸n como un paso hacia la democratizaci贸n del Poder Judicial. Pero, en la pr谩ctica, fue un proceso apresurado, improvisado y profundamente manipulado, tanto desde el oficialismo como desde la oposici贸n. Se utiliz贸 el discurso de la democracia para validar decisiones pol铆ticas y se disfraz贸 de participaci贸n ciudadana lo que en realidad fue una estrategia de control institucional.

Una pregunta flota sobre las urnas vac铆as y las boletas tachadas: 驴esto es lo que entendemos por democracia? Porque si lo es, estamos perdidos.

La legitimidad no se impone desde el poder ni se simula en las urnas. Se construye con participaci贸n informada, con procesos claros y con ciudadanos que votan con la convicci贸n de que su decisi贸n importa. Lo que ocurri贸 el 1 de junio fue exactamente lo contrario.

Y en medio de todo, el gran perdedor fue el Poder Judicial, que hoy queda bajo la sombra de la sospecha, debilitado y sin el respaldo real de la ciudadan铆a. Si esta fue una elecci贸n hist贸rica, lo fue por las razones equivocadas.



JESSICA GUADALUPE ROSALES SAUCEDO es periodista con 25 a帽os de experiencia en distintos medios de comunicaci贸n de Coahuila.

Las expresiones aqu铆 vertidas son responsabilidad de quien firma esta columna de opini贸n y no necesariamente reflejan la postura editorial de Mobilnews.mx.

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