Lleno de sorpresas lleg贸 el a帽o nuevo en Estados Unidos. No bien arrancaba el a帽o sucedieron dos cosas que nos permiten atisbar que este flamante 2020 va a seguir navegando por aguas turbulentas como en 2019.
El 2 de enero, Juli谩n Castro, el pol铆tico texano que buscaba la candidatura presidencial por el Partido Dem贸crata, anunci贸 que pondr铆a fin a su lucha por llegar a la Casa Blanca.
Con el retiro de su precandidatura, no solamente se queda Texas sin contendientes nativos (Beto O鈥 Rourke se hab铆a retirado), sino que su salida deja a la contienda electoral sin candidatos hispanos. Castro dijo posteriormente que otorgar铆a su apoyo a la candidatura de Elizabeth Warren.
驴En d贸nde queda la agenda hispana a la salida de Castro? 驴C贸mo se ver谩n ahora representados y apoyados los temas e intereses espec铆ficos de los votantes hispanos?
Otro gran suceso del principio del 2020 fue la orden dada por el Presidente Donald Trump de 鈥渆liminar鈥 a un funcionario del gobierno de Ir谩n, el General Qassim Suleimani, comandante del grupo militar de 茅lite denominado Fuerza Quds, quien ten铆a en sus manos el manejo de la inteligencia iran铆 y la planeaci贸n y conducci贸n de las operaciones especiales iran铆es en el exterior.
De nuevo, tenemos en puerta una posible escalada de las fricciones en Medio Oriente y se volvieron a colocar durante unos d铆as Ir谩n y los Estados Unidos al borde una guerra, pues la muerte del general iran铆 por el ataque de misiles norteamericanos es, a diferencia de otros ataques a grupos o individuos terroristas no gubernamentales, un acto hostil deliberado contra el gobierno de otro pa铆s: el equivalente a un acto de guerra.
Si agregamos a ello que estamos en los d铆as previos a la apertura en el Senado del posible juicio pol铆tico al Presidente Donald Trump, nos daremos cuenta de lo complicada que luce la agenda p煤blica estadounidense y c贸mo una sucesi贸n de eventos termina por colocar en un distante segundo plano a la agenda que interesa a los hispanos: temas de econom铆a, salud, educaci贸n e inmigraci贸n.
Por eso vale la pena preguntarse 驴en d贸nde queda la agenda hispana en medio de toda esta conmoci贸n y escalamiento de tensiones en Medio Oriente?
La respuesta puede encontrarse en la participaci贸n que tenga el voto hispano en la elecci贸n de noviembre: si llega a superar su participaci贸n promedio (inferior al 50 por ciento de los votantes registrados) y colocarse en un nivel de r茅cord hist贸rico, entonces se convertir铆a en el factor de decisi贸n que impida la reelecci贸n de Trump.
Eso, por supuesto, junto con una alta votaci贸n de los ciudadanos afroamericanos y otras minor铆as, ser铆a clave para no solamente derrotar al personaje que habita hoy la Casa Blanca, sino impulsar una agenda favorable a los hispanos.
Si no se atraviesa en el camino una nueva escalada entre Estados Unidos e Ir谩n -como la que acabos de vivir- que favorezca las posturas de l铆nea dura del Presidente Trump, es posible prever un escenario en donde la agenda hispana sea una de las prioridades en la vida p煤blica de Estados Unidos y llegue a la Casa Blanca un Presidente dem贸crata que la impulse, aunque no haya sido un candidato hispano.
Lo esencial es evitar una guerra entre Estados Unidos e Ir谩n, que sigue latente a pesar de la aparente 鈥渢regua鈥 a la llegaron, pues ninguna democracia funciona bien y produce resultados razonablemente eficaces si se encuentra bajo la presi贸n o la amenaza de un conflicto b茅lico.
El da帽o a la democracia norteamericana ser铆a elevado en el sentido de que las decisiones que surgieran de un contexto pol铆tico nublado y confuso para los votantes ser铆an no las mejores posibles, sino las peores imaginables.
Les invito a pensar desde hoy con detenimiento, estimados lectores, sobre la importancia del voto hispano en Estados Unidos en noviembre pr贸ximo: es la 煤nica herramienta con la que cuentan los latinos para que la cordura retorne a la pol铆tica norteamericana.
Primero, evitar la guerra; segundo, salir a votar en noviembre.
