Rogelio Ríos

MIRADA AL MUNDO
No se deben sorprender los políticos morenistas y sus aliados por la revocación de sus visas: no es un capricho, es parte de una estrategia general del gobierno de Estados Unidos contra organizaciones criminales o terroristas. 


Lo que vemos hoy en México ya lo vi antes en Polonia, en donde finalmente los polacos resistieron el primer asalto y tiraron del gobierno a los populistas. 


Los mexicanos nos sentimos a gusto con la injusticia, pues ya sabemos que “en México todo tiene arreglo con un moche”, bendita corrupción que nos permite hacer lo que queramos sin sufrir las consecuencias.


El retiro de las visas y los asesinatos son los efectos de una causa profunda: el financiamiento ilícito de Morena y los compromisos adquiridos por sus gobernantes. 


Los argumentos y razones de peso que escuché de parte de candidatos en la elección del poder judicial me movieron el tapete sobre mi decisión de no votar.



No me extrañaría que León XIV estuviera escribiendo desde ahora sus apuntes para un “refresh”: el mundo tiene hambre de Dios y su justicia divina, pues la justicia terrenal es inalcanzable.


Será un largo camino para Claudia el de dominar el discurso populista al nivel de Andrés Manuel, si es que algún día lo logra. 


Tanto en México como en Estados Unidos, el poder presidencial pretende ser incuestionable y pasarse el debido proceso y el amparo por las axilas. 


Al presentarse como virtuosos y con las mejores cualidades morales del hombre, políticos como Andrés Manuel logran ocultar la sombra de su maldad bajo los reflectores de sus palabras necias. 


No deseo volver, como consumidor, al mundo de los años 70 en donde predominaba el proteccionismo y el comercio internacional pugnaba por la apertura de los mercados. 


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