Salvador Borrego

Nuestro presidente escribió hoy una de las páginas más vergonzosas de nuestra alguna vez digna representación en el contexto internacional.

Manipular una variable para ver una mejor realidad, puede destruir el producto principal. Lo mismo que hace AMLO, moviendo su popularidad dando dinero a los más pobres, a costa de darle en la madre al país.

Hoy vivimos en tiempos de morir. Nunca como ahora, después de la Revolución Mexicana, habíamos tenido tan presente a la muerte; la llevamos en nuestras alforjas.

Vale la pena considerar, entre los casi 10 millones de mexicanos que se ven obligados a pedir prestado, a los deudores, los ahorcados, candidatos al Juego del Calamar, que son proveedores de los gobiernos.

El neoliberalismo o capitalismo salvaje, sigue vigente en estos tiempos de la 4T (hasta los hijos de AMLO están inmersos en el neoliberalismo).

López Obrador y su gobierno, tienen como características no sólo la ignorancia y mediocridad, sino también la ingratitud. ¡Muera la inteligencia! parece ser el grito de batalla de la 4T.

Tanto AMLO como Díaz-Canel, piden respeto y libertad a los gringos, para ellos poder ser irrespetuosos y tener limitada su libertad a sus ciudadanos.

Los sectores sensatos de Morena ya se empiezan a manifestar en contra de la polarización y lo han hecho, ni más ni menos, teniendo como vocero al mismísimo Eduardo Ramírez, presidente del Senado de la República.

Aunque las estimaciones parecen favorecer a Morena rumbo al 6 de junio, su obsesión por generar condiciones de competencia favorables, nos hace pensar que temen como el que temió.

Pese a que los principales indicadores de su gobierno no son buenos, la aprobación de López Obrador no ha menguado.