Hace poco más de un mes se empezó a especular que a México le recortarÃan la calificación crediticia.
La calificación crediticia es una medida que refleja el riesgo de que una entidad no pueda cumplir con sus obligaciones financieras. Entre más alta sea la calificación crediticia implica menor riesgo. Cada calificadora tiene su propio modelo con el que evalúa de manera cualitativa y cuantitativa las deudas emitidas por empresas y gobiernos. México con S&P tiene una calificación de “BBB+â€, con Fitch Ratings también es de “BBB+â€, con Moody’s es de “A3†y con HR Ratings en “HR A-“.
Además de la calificación crediticia está la perspectiva, que indica hacia dónde podrÃa moverse la calificación crediticia. AsÃ, una perspectiva positiva indica que la calificación podrÃa mejorar. Por el contrario, una perspectiva negativa señala que la calificación podrÃa ser recortada. Por su parte, la perspectiva estable indica que no se anticipan movimientos en la calificación crediticia.
Para el caso de México, la perspectiva de la calificación crediticia se encuentra en negativa con S&P desde el viernes y con Fitch y HR desde octubre, después de la consulta pública en la que se decidió la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México.
La perspectiva negativa obedece a la preocupación sobre las finanzas públicas de México, ya que la mayorÃa de los analistas han recortado a la baja la proyección de crecimiento económico para este año y, con menor crecimiento también se espera una menor recaudación tributaria.
Además, la calificación crediticia de México en el pasado ha estado determinada en parte por la situación de Pemex y actualmente existen dudas sobre su viabilidad financiera, sobre todo tras ser canceladas las rondas de licitación de la reforma energética y por el anuncio de la construcción de una refinerÃa. Cabe mencionar que México tiene actualmente una razón de deuda sobre el PIB del 45.9 por ciento y el Fondo Monetario Internacional ha recomendado a México que no suba del 50 por ciento, lo cual le da un bajo margen de maniobra.
El mercado está preocupado por un posible recorte a la calificación crediticia, debido al alto volumen de capital extranjero de cartera que ha entrado al paÃs, dado al diferencial que se tiene de tasa de interés con Estados Unidos.
Del 2008 al 2018 entraron 298.27 mil millones de dólares en inversión extranjera de cartera que representa 87.59 por ciento del valor de capitalización de la Bolsa Mexicana de Valores. Por supuesto no todo está invertido en bolsa, una buena parte está invertida en instrumentos gubernamentales, en donde el 32.3 por ciento de éstos se encuentra en manos de extranjeros. Un recorte en la calificación crediticia podrá causar que parte de esos capitales salieran, generando un desbalance en las cuentas externas de México. Asimismo, implicarÃa también una mayor percepción de riesgo sobre la economÃa.
A pesar de que se podrÃa observar un recorte en la calificación crediticia, México está lejos de perder su grado de inversión, pues se encuentra cuatro nodos del grado especulativo con Moody’s y HR ya que tendrÃa que pasar de “A3†a “Ba†y de “HR A-†a “HR BB+†respectivamente. Para el caso de Fitch y S&P se encuentra a tres nodos del grado especulativo y tendrÃa que pasar la calificación de “BBB+†a “BB†respectivamente. Las calificadoras generalmente recortan un nodo su calificación y lo hacen en dos nodos cuando se observa un deterioro importante en la situación financiera (tal como ocurrió con Pemex). De esta forma, la probabilidad que México pierda el grado de inversión, al menos este año, es prácticamente nula. Sin embargo, el recorte de un sólo escalón en la calificación y el incremento en la especulación sobre un posible recorte podrÃa llevar al tipo de cambio a niveles cercanos a los 20 pesos por dólar.