Gabriela Siller Pagaza

ENTORNO MACROECONÓMICO
La expectativa del Nuevo Momento Mexicano está apoyada en el nearshoring y al parecer también en desglobalización, demografía y descarbonización, pero al final podría terminar siendo una burbuja.


La huelga automotriz en Estados Unidos, entre otros factores externos e internos, ha fortalecido al dólar.


Un alto déficit fiscal, como cualquier deuda, deberá ser pagado en el futuro. La siguiente administración deberá elevar la recaudación y/o bajar el gasto público, lo que frenaría el crecimiento económico de México.


México no solo compite con China u otras economías de Asia y América Latina en la atracción de inversiones manufactureras de empresas estadounidenses, sino también compite con el mismo Estados Unidos.


No tenemos un Súper Peso, la apreciación que lo tiene en niveles similares a los de 2018 es el resultado de un ajuste gradual interrumpido por la pandemia.



La apreciación del peso frente al dólar puede explicarse a través de varios enfoques de determinación.


Aunque hay escenarios que podrían provocar depreciaciones mayores al 10% del peso frente al dólar, tienen baja probabilidad de ocurrencia.


Si Estados Unidos cae en recesión, no hay forma de que México pueda evitar caer también. Sin embargo, ese no es principal riesgo económico para nuestro país.


Es probable que Estados Unidos no esté aún en recesión, pero se aproxima a ella. Si la economía sigue con la misma tendencia, la recesión iniciaría en septiembre u octubre y podría alargarse hasta abril o mayo del 2023.


La depreciación del Euro se debe a la afectación económica por la guerra y a la divergencia entre la postura monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco Central Europeo.


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