En MĂ©xico, desafortunadamente, la violencia hacia las mujeres es pan de todos los dĂas, las cifras de verdad son alarmantes y con la pandemia, todavĂa más.
SegĂşn una encuesta citada por el Instituto Nacional de EstadĂstica y GeografĂa (Inegi),66 de cada 100 mujeres que viven en el paĂs, han sufrido a lo largo de la vida al menos un incidente de violencia de cualquier tipo.
De igual forma el 53.1 por ciento de las mujeres de 15 años y más, tienen por lo menos un incidente de violencia en la vida, perpretado por alguien distinto a su pareja.
Y el 44 por ciento han vivido violencia por parte de la pareja actual o Ăşltima a lo largo de su relaciĂłn.
Y el tema del feminicidio cada vez es más grave y los estados que encabezan la lista son el Estado de MĂ©xico, Veracruz, Morelos, Chiapas y San Luis PotosĂ, pues tan solo en enero de 2021, se cometieron 67 feminicidios, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad PĂşblica (SESNSP),además de contabilizar 17 mil 392 presuntos delitos de violencia familiar en la misma fecha.
La desapariciĂłn de mujeres es otro de los problemas graves en el paĂs, pues al dĂa de hoy existen ( en nĂşmeros cerrados), 21 mil mujeres desaparecidas y no localizadas en MĂ©xico.
El Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas de la Comisión Nacional de Búsqueda, reporta que, desde el sexenio de Vicente Fox, la desaparición de mujeres y niñas, ha ido en aumento.
Sin embargo, en lo que va del presente sexenio, la desapariciĂłn de mujeres he llegado a un máximo histĂłrico, pues del 1 de diciembre del 2018, al dĂa de hoy, existen 4 mil 267 mujeres y niñas desaparecidas.
Durante 2019 se registraron 976 feminicidios en MĂ©xico, es decir, 2.6 diarios en promedio. En 2020 se contabilizaron mil 6 vĂctimas de feminicidio, lo que representa que 3 mujeres murieron diario por violencia de gĂ©nero.
Y asĂ podrĂamos seguir con estas estadĂsticas dolorosas, pues como todos sabemos, detrás de cada nĂşmero, de cada porcentaje, hay una vida, una familia rota.
Lo que nos ha quedado claro hoy es que al régimen actual no ve ni oye a las mujeres, no por discapacidad visual o auditiva, sino simplemente porque no quiere.
No es gratuito que las estadĂsticas de violencia estĂ©n en su máximo histĂłrico, no solo contra las mujeres, sino en general, pues desde el Palacio Nacional se divide, se fustiga, se juzga al pueblo de MĂ©xico, a quienes piensan diferente y a las mujeres simplemente no se les entiende, se les deslegitimiza, las reta, las descalifica y mágicamente, el presidente LĂłpez y su movimiento, se vuelven vĂctimas de las feministas. AsĂ el discurso, asĂ la retĂłrica.
Y como decimos siempre, en la polĂtica no hay sorpresas, hay sorprendidos, pues ya desde el año pasado el presidente LĂłpez, en su homilĂa mañanera dijo que “No soy feminista, soy humanista”.
El sĂ©quito de lacayos de LĂłpez, habrĂan de decirle que por negar, subestimar, desconocer la violencia que viven las mujeres, perjudican mucho y, como lo revelan los datos, contribuyen a la violencia contra mujeres.
Y no solo son los dichos, pues los hechos hablan aĂşn más, pues con la bandera anticorrupciĂłn, una de las primeras acciones que hizo fue eliminar las guarderĂas, los albergues para mujeres maltratadas por una supuesta corrupciĂłn, que, como ya es costumbre sigue sin comprobar.
Lo que han recibido las mujeres por parte de la presidencia de la repĂşblica, son ataques constantes cargados de misoginia. Y no lo digo yo, existen interminables mañaneras y notas periodĂsticas que dan cuenta de ello.
Las Ăşltimas maromas del rĂ©gimen, fue llamar “muro de paz” a las vallas metálicas que rodearon el Palacio Nacional, un hecho histĂłrico que nunca se habĂa visto , ni siquiera en las Ă©pocas más recalcitrantes del viejo (y nuevo PRI), ni tampoco en el Panato.
Un muro que causó vergüenza, para México y el mundo, pues todos sabemos lo que significa el acto de levantar muros.
Y las mujeres hicieron de la protesta, de la ignominia, arte, al convertir ese agravio, esa infamia en un memorial para todas las mujeres muertas y desaparecidas en México.
Con todo y eso, el movimiento feminista fue reprimido al más puro estilo de los autoritarios, con gases y granaderos y vallas, por supuesto, una vil y burda represión.
Y otro agravio más fue la pantomima que hicieron con la candidatura de Salgado Macedonio, pues todo el show que hicieron fue para esperar que pasara el dĂa de la mujer para ratificarlo como candidato a la gubernatura de Guerrero.
Y el dĂa de la mujer, manda a la Secretaria de GobernaciĂłn a leer un discurso totalmente patĂ©tico “quedabien” para demostrar y hacer creer a la sociedad que si apoya a las mujeres y llegan de verdad al colmo, invitando a algunas de las mujeres presentes a subir a su pĂşlpito y gritar “Es un honor estar con Obrador”. De pena ajena.
A las mujeres mi reconocimiento por su muestra de valentĂa y de no amedrentarse ante las amenazas implĂcitas y explĂcitas de este gobierno.
Y la oposiciĂłn, los lĂderes de los partidos, ÂżdĂłnde están?, como siempre brillaron por su ausencia.
A las mujeres de Morena, a las aplaudidoras del régimen, les pregunto, muy seriamente ¿Es un honor estar con Obrador?
En fin, la hipocresĂa.
Tiempo al tiempo.