Con el relanzamiento del PAN en el plano nacional, el cual incluye el rompimiento de la alianza que tenía con el PRI, se presenta una situación que impacta en el ámbito local y que afecta, en primera instancia al alcalde de Monterrey, Adrián de la Garza, quien ya se veía como el candidato de la coalición de ambos partidos.
Es este momento un trago amargo para Adrián, quien deberá de renegociar la alianza, aún y cuando sea en el plano privado, que se supone tenía con Acción Nacional en el ámbito local. Por cierto, los líderes en Nuevo León ya señalaron que ellos quieren continuar con la alianza, pese a lo que suceda en el contexto nacional.
Desde nuestra perspectiva lo más probable es que el chiste le suba el costo de la alianza al actual alcalde de la capital nuevoleonesa, sobre todo porque los liderazgos locales ya habían señalado que el priista no cumplió con sus compromisos en la alcaldía de Monterrey.
Según las crónicas periodísticas, Adrián evitó las presentaciones públicas que tenía programadas, principalmente la que se llevaría a cabo en el PRI, lo cual significa que Adrián está tratando de no enfrentar a la opinión pública hasta en tanto no sepa a ciencia a cierta qué va a suceder.
Lo cierto es que si la negociación se lleva a cabo con los dirigentes nacionales, a Adrián le saldrá mucho más cara la candidatura de la gubernatura de lo que había planeado, sobre todo por lo que respecta a los cargos y dependencias que deberá ceder a los panistas que lo acompañen.
Pero más allá de los costos, existe un antecedente directo con los blanquiazules que no quedaron con muy buen sabor de boca después de la elección que llevó a Adrián al Palacio de Cristal, pero de cualquier manera a los actuales líderes locales les conviene más que llegue el priista a que lo haga alguien emanado de su propio instituto político por razones que ya hemos explicado en este espacio.
Adrián no cumplió con lo prometido, prefirió llevar a la Secretaría del Ayuntamiento a César Garza, priista, antes de cumplir con el compromiso de elevar a esa posición a un militante del PAN, a quien acabó nombrando como coordinador de gabinete o algo así, cualquier cosa que ello signifique.
La realidad es que Adrián de la Garza no gana la gubernatura solo con la candidatura impulsada por el Revolucionario Institucional, y lo más probable es que Acción Nacional tampoco triunfe yendo por su cuenta, de ahí que ahora se especule con la posibilidad de que Luis Donaldo Colosio, quien ya se ve que no está cómodo con el liderazgo de su compadre Samuel, quien, por su parte, no desea que el exalcalde se posicione como un candidato creíble a la presidencia por Movimiento Ciudadano.
Recapitulando, una de las consecuencias del “relanzamiento” del PAN es que la candidatura de Adrián puede tambalearse o volverse inviable, pero otra es que los líderes locales pueden llegar a un enfrentamiento con el liderazgo nacional del blanquiazul e incluso puede repercutir en el partido que gobierna el estado, vienen unos días muy interesantes y decisiones que pueden cambiar el futuro de Nuevo León.