En nuestro anterior artículo terminamos preguntándonos si Samuel tendría todavía alguna ficha para intercambiar con alguien para lograr su objetivo, quizá no de imponer al próximo gobernador, pero sí para lograr comprar su impunidad mientras llega el 2030, año en el que sueña con ser candidato de Movimiento Ciudadano a la presidencia y, cree, presidente de la república.
Parece que algo se movió de pronto en la escena política local, ya que Adrián buscó acercarse a Morena, Judith al parecer siente que puede hacer algo y los naranjas se sentaron a la mesa con gente de uno de los miembros de la santísima trinidad blanquiazul, como queriendo abrir la puerta a acabar con el grupo que ha dominado al PAN durante más o menos 25 años.
Vayamos por partes.
Comencemos con Adrián, durante la semana pasada se llevó a cabo en la Expo-Nuevo León el tradicional desayuno de la unidad priista, en el cual el alcalde regiomontano brilló, por su ausencia o, si es que realmente fue, por su bajó, bajísimo perfil, en un evento en el cual el líder real del PRI, Francisco Cienfuegos, dijo que las alianzas continuarán, pero el edil regio parece que no estuvo muy de acuerdo y lo mostró ausentándose.
El sábado pasado, 22 de noviembre, sin embargo, se dejó ver muy sonriente en el informe de la senadora morenista Judith Díaz, de hecho, hasta se le vio muy junto al alcalde de Escobedo, Andrés Mijes, será acaso que Adrián anda oteando otros aires, ya se le vio también junto a la alta dirigencia nacional panista. Hasta parece que quiere tener intactas sus posibilidades, sean estas las que sean.
Por lo que respecta a la senadora Díaz, quien había mantenido un perfil muy bajo, extraordinariamente cauto, parece que cambió de estrategia al darse cuenta de que muy probablemente el candidato de Morena a la gubernatura de Nuevo León deberá ser mujer, debido a los acomodos en estados como Chihuahua.
Judith tuvo una buena recepción en ciertos medios locales ya que al parecer podría ser la contrincante natural de Tatiana Clouthier, la sinaloense que aspira a la gubernatura del estado pese a que no ha mostrado el empaque necesario y a sus nexos con un disminuido Alfonso Romo.
Por lo que respecta a Samuel, el gobernador se sentó a la mesa con el líder del PAN, gente de Raúl Gracia, y a quien le une una entrañable relación con el dirigente naranja en el estado, también del establo de Gracia.
De ser ciertas las versiones en este sentido, seguramente que Gracia estaría negociando por cuenta propia para erigirse como el líder de Acción Nacional, dejando atrás el triunvirato que ha ostentado el poder en ese partido desde principios de siglo y que les ha redituado en múltiples triunfos de todo tipo.
Quizá la jugada de Samuel vaya por ese lado: fomentar y apoyar las ambiciones de Raúl Gracia a cambio de no ser llamado a cuentas durante el periodo de dos años y medio en que quedaría expuesto hasta que lo nombren candidato a la presidencia, un nombramiento que el gobernador considera suyo por derecho.
Falta mucho por ver, pero por ahora, los actores se muestran veleidosos.