Las mentiras y la predisposici贸n a mentir como un elemento esencial en la tarea de gobernar no son nuevas en M茅xico; al contrario, existen desde mucho antes de la llegada del Movimiento de Regeneraci贸n Nacional (MORENA) a la vida p煤blica mexicana.
Lo que es original en la Casa Morenista (un clan pol铆tico con pretensiones din谩sticas) es la eliminaci贸n de todo escr煤pulo moral -o de la 茅tica del servidor p煤blico- para mentirle a la poblaci贸n.
Nada detiene a un gobernante morenista, desde la presidencia de la rep煤blica hasta el alcalde del pueblo olvidado en las serran铆as, cuando se para ante el micr贸fono y dice mentira tras mentira.
Mendacidad es el 鈥渉谩bito o costumbre de mentir鈥, nos dice con sencillez la Real Academia Espa帽ola (RAE).
Comprendemos mejor el concepto cuando vemos los sin贸nimos o palabras afines a mendacidad: falsedad, insinceridad, enga帽o, doblez, falacia, abulencia (embuste o argucia).
A la mendacidad se opone, como ant贸nimo, la veracidad: cualidad de lo veraz que implica verdad, sinceridad, franqueza, claridad, fidelidad, formalidad, realismo, autenticidad, seriedad, nobleza, confianza.
D铆game usted, por favor, el nombre de un hombre o mujer de la clase pol铆tica morenista que nos gobierna cuya balanza reputacional se incline, por lo menos ligeramente, hacia la veracidad, pues yo no encuentro a nadie nombrable.
No me detengo solamente en la persona de Andr茅s Manuel L贸pez Obrador, un mentiroso compulsivo que hubiera hecho las delicias de Cervantes en su novela El Quijote.
El 鈥淟egado鈥 de L贸pez Obrador fue la mendacidad como herramienta superior de gobierno.
Si vas a mentir, hazlo abierta y c铆nicamente, sin reparos 茅ticos. Si la evidencia de la realidad o los datos y cifras oficiales te contradicen, inventa que t煤 tienes 鈥渙tros datos鈥 y sanseacab贸: 隆vaya 鈥淟egado鈥 obradorista!
Desde el cambio en la presidencia de la rep煤blica el d铆a 1 de diciembre, no hay, hasta el momento, se帽al alguna de Claudia Sheinbaum, su gabinete y los subordinados en el Congreso y el Senado, de que hayan abandonado 鈥渆l h谩bito o costumbre de mentir鈥.
Yo llevo mi vida adulta entera (y ya paso de 60 a帽os) escuchando a los pol铆ticos mexicanos decir mentiras, falsedades y retru茅canos verbales para eludir la verdad, as铆 que no me asombran las mentiras morenistas.
Lo que s铆 me sorprende es, digamos, el nivel de refinamiento al que los 鈥渉erederos鈥 de L贸pez Obrador han llegado al mentir sin pesta帽ear ni quebrar la voz, y seguir luego sus vidas con la conciencia tranquila.
Frente a la mendacidad de los pol铆ticos mexicanos, ha sido la realidad dura y pelona la que les marca el alto.
El nivel de locura verbal del presidente Luis Echeverr铆a (1970-1976) fue alucinante al dibujarnos un pa铆s que s贸lo existi贸 en su imaginaci贸n (un M茅xico desarrollado y l铆der del Tercer Mundo) y que se derrumb贸 catastr贸ficamente al final de su sexenio de gobierno.
Mencion茅 a Echeverr铆a porque de 茅l ha copiado L贸pez Obrador el 鈥渆stilo personal de gobernar鈥 (como dijera Daniel Cos铆o Villegas) sustentado en la falsedad y la falacia.
驴Qu茅 golpe de realidad le marcar谩 el alto a MORENA?
驴En qu茅 momento alcanzar谩 el destino a Claudia Sheinbaum y sus compa帽eros de viaje morenistas (pol铆ticos, empresarios, senadores, diputados) y se derrumbar谩n pol铆tica y econ贸micamente hablando?
驴Es inagotable su capacidad de mentir?
Refugiados en su opacidad, desmantelado el INAI (Instituto Nacional de Acceso a la Informaci贸n) y derrumbados los mecanismos de rendici贸n de cuentas, los morenistas gobernantes se sienten confiados de que, ahora s铆, no habr谩 qui茅n les contradiga y demuestre que son mentirosos.
En ese c谩lculo hay, sin embargo, un error: han dicho los morenistas tantas mentiras que, inevitablemente, 隆se las creen!
En el l铆mite, la mendacidad se derrumba cuando la realidad la sacude desde los cimientos.
Los mexicanos, una gran mayor铆a de ellos, que no estamos, afortunadamente, en la clase pol铆tica, no nos tragamos, ni antes ni ahora, los cuentos y mentiras de los pol铆ticos que nos gobiernan.
Si me apuran, la lucha pol铆tica en M茅xico se puede reducir a una batalla esencial o 鈥渆xistencial鈥, como se dice ahora: la veracidad contra la mendacidad.
Cuando la mendacidad ha gobernado a M茅xico, los mexicanos hemos pagado precios muy altos al sufrir las cat谩strofes ocasionadas por los malos y mentirosos gobernantes.
Pongamos un final a todo esto antes que nos impongan 鈥渓os otros datos鈥 en la Constituci贸n morenista: frente a la vileza pol铆tica, la nobleza ciudadana.