Apoyo, desde esta columna, la posibilidad de que Joe Biden y Kamala Harris sean los candidatos ganadores a la Presidencia de Estados Unidos el pr贸ximo noviembre.
Lo hago a t铆tulo personal y convencido de que el triunfo de los candidatos dem贸cratas ser谩 la mejor forma -qui茅n iba a imaginarse- de reconstruir al Partido Republicano.
El Republicano es un partido pol铆tico central para la vida p煤blica estadounidense y un pilar de su sistema pol铆tico, de ah铆 que la destrucci贸n sistem谩tica de su estructura y esp铆ritu por parte del Presidente Donald Trump y un grupo de colaboradores incondicionales lo ha dejado en ruinas.
No hay manera, por lo menos visible, de que la recomposici贸n de los republicanos y su rescate de las garras del trumpismo se haga por iniciativa propia.
Lo que necesitan es el 鈥渆mpuj贸n鈥 dem贸crata, la recuperaci贸n de la Casa Blanca por pol铆ticos cuyo discurso sea de inclusi贸n, no de exclusi贸n como el actual, y la reactivaci贸n de la vida pol铆tica tal como la conoc铆amos con sus pesos y contrapesos funcionando al m谩ximo.
El Congreso y el Poder Judicial de Estados Unidos se beneficiar铆an del rescate de la normalidad pol铆tica una vez terminada la pesadilla de Trump, su familia y la pandilla que lo rodea y act煤a como sus golpeadores.
La agenda p煤blica que nos interesa; la regulaci贸n de la migraci贸n, el DACA, la seguridad social y el reconocimiento de la gravedad de la pandemia del coronavirus y la recesi贸n econ贸mica, contenci贸n del narcotr谩fico, etc茅tera, se ver谩 bajo una nueva luz y podr谩, en ese escenario, enfrentarse con sensatez, racionalidad y con base en un esfuerzo bipartidista.
Por supuesto, tanto dem贸cratas como republicanos seguir谩n entablando sus feroces batallas, pero motivadas por su celo partidista, sus convicciones pol铆ticas y la rendici贸n de cuentas a sus electores, m谩s que por la lealtad al caudillo populista que hoy preside Estados Unidos.
En ese sentido, no es exageraci贸n decir, como se ha repetido en las intervenciones y discursos de la Convenci贸n Dem贸crata Nacional, en Milwaukee, que en esta elecci贸n lo que est谩 en juego es el futuro de la democracia en Estados Unidos, ni m谩s ni menos.
Como observador mexicano interesado y atento a los asuntos p煤blicos norteamericanos, creo firmemente que el triunfo de Biden/Harris ser谩 la mejor opci贸n para romper el f茅rreo yugo que el Presidente Trump ha impuesto al Gobierno mexicano.
Ha sido de tal magnitud el condicionamiento a las pol铆ticas p煤blicas mexicanas, las amenazas de imposici贸n de aranceles y los insultos abiertos de Trump hacia los mexicanos, que cuatro a帽os m谩s de lodo hacia M茅xico son impensables.
No es que Biden/Harris vayan a ser el extremo opuesto con relaci贸n a M茅xico; simplemente, ser谩 posible devolver la dignidad y el respeto mutuo perdidos entre los Gobiernos de M茅xico y Estados Unidos, por m谩s que en el discurso y en la foto presidencial en la Casa Blanca aparenten lo contrario.
S铆, parad贸jicamente, puede ser el 鈥渆mpuj贸n鈥 dem贸crata el que enderece la desigual relaci贸n bilateral entre Washington y el Palacio Nacional, aunque la apuesta del Presidente L贸pez Obrador sea la de apaciguar lo m谩s posible al Presidente Trump y no enfrentarlo.
No veo un escenario en el cual Biden/Harris cobren 鈥渧enganza鈥 de la superficialmente c谩lida relaci贸n personal entre AMLO y Donald Trump, me parece que la importancia de la relaci贸n bilateral va mucho m谩s all谩 que eso y que as铆 lo percibir铆an los nuevos inquilinos de la Casa Blanca.
No dejar茅 de prender mi veladora a la Morenita del Tepeyac para que les haga el milagrito a los amigos gringos: que gane el candidato dem贸crata y soplen aires frescos a Washington.
Si eso sucede, 隆me ir茅 a bailar a Chalma!
