En la lección anterior establecimos lo indispensable que es medir la opinión pública, pero, ¿a quién contratar?
Este es un tema escabroso, porque en la evolución de las encuestas, que viene desde Carlos Marx en tiempos de la Comuna de Paris, se han ido perfeccionando, pero también han ido quedando perfiles profesionales inadecuados pero prestigiados. Gallup es el ejemplo más dramático, pues sus errores metodológicos han llegado y se han mantenido en los libros de texto, generando el absurdo de que las más prestigiadas universidades del mundo enseñen mentiras.
La evolución alcanzó un punto crucial en 1948 cuando surgió, con Paul Lazarsfeld y Samuel A. Stouffer, el muestreo probabilÃstico. Quedando en forma definitiva la encuesta en el ámbito de la ciencia estadÃstica.
Por consecuencia, ¿a quién contratar para hacer encuestas?: a personas que tengan al menos una maestrÃa en estadÃstica.