Adolfo González

NAVEGANDO A ESTIMA
Las cosas están llegando, de ambos lados de la frontera, a un punto en que empiezan a no haber palabras para definir lo que vivimos. 


Como el buque escuela Cuauhtémoc muchas cosas van a la deriva en este México. Puede que el propio México, pues parece que nadie esté al timón, al menos de manera responsable de ello.


Exacerbar el nacionalismo siempre es rentable en términos de popularidad.


Ni el PRI fue nunca verdadera izquierda, ni siquiera en sus momentos más icónicos y míticos, ni lo es la 4T. El retroceso democrático de México es una evidencia. Aunque la mona se vista de seda.


El verdadero apagón está en la cultura y la educación cívicas, en nuestra actitud como ciudadanos. O les exigimos a los gobernantes que asuman su responsabilidad o vamos de cráneo.


Lo sucedido en Ecuador debe hacernos abrigar esperanzas. Los mesías terrenales, como Correa y Andrés Manuel, no son eternos.


Claudia Sheinbaum empieza a tener un problema serio con su partido, la situación parece evidenciar un intento de ruptura y no de continuidad, lo cual sería una excelente noticia.


Claudia intenta convencer a los mexicanos de que la relación bilateral con Estadso Unidos está en su mejor momento. Mientras que Trump no está interesado en los matices: quiere ruido y subordinación.



La importancia de la jugada era llenar las portadas con el “caso Cuauhtémoc” para restarle actualidad al rancho Izaguirre y a los problemas con Trump.


El gran capital político heredado y obtenido en las urnas por Claudia Sheinbaum, amén del construido en estos meses con los resultados obtenidos, podrían diluirse con más facilidad de lo que parece. 


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