Efraín Klériga

En sus primeros cuatro años López Obrador abrió muchos frentes, sin haberlos cancelado, le surgen graves revelaciones y el caos parece envolverlo.

Si Andrés Manuel López Obrador pensaba que siquiera lo podrían tomar en cuenta en la selección de candidatos al Premio Nobel de la Paz, México tiene un problema mucho más grave de lo que pensábamos.

Las filtraciones muestran escasa salud moral de la 4T y AMLO parece a punto de reventar.

Un fantasma recorre los pasillos de Palacio Nacional, es el fantasma de las revelaciones y la justicia cibernética.

Al abuso de poder, corrupción extendida, Andrés Manuel López Obrador suma amenazas a la Republica.

López quiere seguir gobernando, lo que no está claro es si será un minimato o directamente usurpando el poder.

Dos gobernadores tamaulipecos están en prisión, el actual está a punto y al “electo” lo vinculan al narco.

No por mucho madrugar López tiene ya su minimato.

López Obrador juega al tirano con la estabilidad del México que empobrece y victimiza.

Hoy la democracia en México está muy cerca de López Obrador y muy lejos de la Constitución.