Efraín Klériga

Hoy la democracia en México está muy cerca de López Obrador y muy lejos de la Constitución.

El chaquetazo del grupo de diputados priistas que pastorean Moreno y Moreira, enrarece más el clima político y debilita las posibilidades electorales del tricolor en Estado de México y Coahuila.

La intención de AMLO es hacerle a la Corte más difícil la decisión de tomar medidas contra la prisión preventiva oficiosa, que choca contra la presunción de inocencia y viola los derechos humanos.

El gran problema de México no son las mentiras del Presidente López Obrador —quien sí es el más mentiroso pero no el primero en ese cargo— Lo malo es que mucha gente le cree.

Además de la Pandemia hay otros crímenes de Estado del gobierno de López Obrador, como la cancelación de compras de medicamentos y la no aplicación del cuadro de vacunación infantil.

La película llamada “Crimen de Estado” no hará que la gente se duerma.

Nada casuales son los ataques obradoristas a las empresas que dan los mejores empleos.

De lograr que la Guardia Nacional se haga un cuerpo del Ejército regular, Andrés Manuel López Obrador habría desaparecido al gobierno civil e implantado de facto una dictadura militar.

La policía militarizada es otra vuelta de tuerca en el armado de una dictadura.

En una urgencia de alianzas internacionales, López Obrador insiste en asociar al país con los perdedores...