Efraín Klériga

López Obrador está seguro que él está bien y todos los demás mal, así que de este naufragio de México, los demás seremos los culpables.

El demonio anda suelto e intenta apoderarse a la mala de la democracia y de la libertad de elegir.

El mundo está amenazado por el populismo y en México el macuspano quiere cambiar la Constitución por la ley de la selva.

Lo que diga Samuel o lo que acuerde con Américo Jr. Respecto al agua de El Cuchillo, les va a servir sólo para gacetillas pagadas, porque ellos no deciden.

Lo único que le importa a AMLO es que sus hijos, familiares e incondicionales conserven el dinero, el poder y no vayan a prisión. Necesita que gane una de sus corcholatas en 2024 y para eso le estorban el INE y el TRIFE.

El país está a punto en convertirse en una satrapía y el último paso del macuspano es poder manejar el País a su antojo.

No hay medicinas pero (no) va a haber.... Lo que sí habrá será estanflación, golpes arteros a la democracia y sanciones desde Washington.

La vida pública del país vive una lluvia de corcholatazos mientras López Obrador pierde el mando.

Realmente lo que salió “puque” (podrido) fue el cambio de López Obrador que ya agravó a Tamaulipas.

“Un dólar...tortilla... un dólar... ” otra cita tristemente célebre del obradorato, cuya responsabilidad de gobernar está ausente.