Héctor Guerrero

LOS TOCABLES
A López no le importa que sus peones no estén calificados para las tareas que se les encomiendan, lo que importa es que sean incondicionales, serviles, aduladores, abyectos y demás calificativos que, por respeto no incluyo por aquí.


Haber levantado la estatua de López Obrador en cualquier parte del país, hubiera sido un error, el hacerlo en Atlacomulco, pues tiene su dosis de perversidad.


Si alguien dice que este país va bien, quizá sea de otro universo paralelo. Aquí, en este perverso juego, si no hacemos algo, la sociedad mexicana, vamos a chupar faros.


Con los regalos de Adán, al reunirle a los gobernadores en Tabasco, y el de las dos ministras de la Corte, que frenaron al INE para que siga adelante su "revocación", López se va a su rancho… a pasar la Navidad.


El "nuevo" PRI parece dar un guiño hacia Morena, un pasito para acercarse al partido del presidente López, cambiar para regresar a sus orígenes y lo más cerca que hay del viejo PRI, es MORENA.


Dos abanderados de la falaz lucha contra la corrupción de López Obrador están dándose con todo y lo feo es que tienen elementos para estarse atacando uno a otro.


López volvió a sus orígenes, a lo que hacía el viejo PRI de Echeverría y del otro López, a hacer lo que le gusta y a hablar de un país que solo existe en su imaginación.


López Obrador volvió a sus orígenes, a lo que hacía el viejo PRI de Echeverría y del otro López, a hacer lo que le gusta y a hablar de un país que solo existe en su imaginación.


A estas alturas lo que más le importa al ejecutivo es la sucesión presidencial y promover a su corcholata (que también se encuentra en campaña de forma ilegal y con recursos públicos), esas son las prioridades.


Desde que es Presidente. López Obrador ha fustigado al INE un día sí y el otro también, convirtiendo a Lorenzo Córdova, un villano más a la lista de la #4T.


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