
EFE
Ciudad de México, 22 Sep.- La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, pidió este lunes a Estados Unidos que la decisión de abrir o cerrar la frontera al ganado mexicano no sea discrecional sino que esté basada en criterios técnicos, luego de que se registrara un brote de la plaga del gusano barrenador en el norteño estado de Nuevo León.
“Lo importante aquà es que un acuerdo con el gobierno de los Estados Unidos (es) que no fuera discrecional la decisión de abrir o cerrar la frontera, sino que fuera con base en una serie de indicadores técnicos y eso lo aceptaron y es lo que está por definirse en unos dÃasâ€, apuntó la mandataria.
Sheinbaum recordó que un equipo de la secretarÃa de Agricultura de Estados Unidos estuvo en México durante varias semanas e hizo una revisión de las condiciones de seguimiento que se están haciendo en el paÃs para combatir esta plaga ganadera..
“Están por dar su determinación, encontraron hasta donde me informa el secretario (de Agricultura, Julio) Berdegué, que se está haciendo todo lo que esté en nuestras manos para evitar mayor contaminación del gusano barrenador y están por emitir próximamente su dictamenâ€, apuntó.
México es uno de los principales proveedores de ganado bovino en pie hacia Estados Unidos, con exportaciones que superan el millón de cabezas al año.
Hasta ahora, la industria ha calculado pérdidas por 1.300 millones de dólares, según datos del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), que ha informado de la interrupción del envÃo al vecino del norte de al menos 650.000 cabezas de ganado por el cierre generado ante la proliferación en el sureste mexicano del gusano barrenador.
A principios de septiembre, Sheinbaum detalló que su Gobierno ha diseñado un esquema de respaldo para mitigar el impacto económico del cierre, en vigor desde comienzos de julio.
El programa, dirigido inicialmente a ganaderos de Sonora, Coahuila y Durango, contempla recursos por 2.181 millones de pesos (unos 118 millones de dólares), de los que cerca de 600 millones (32 millones de dólares) los aportará directamente el Gobierno federal como inversión no reembolsable.
El resto se integrará con aportaciones de los estados y créditos para la engorda de animales y la construcción de centros de producción.