La consulta popular del 1 de agosto inaugur贸 una nueva era de democracia directa en nuestro pa铆s. Estuvo desangelada y con poca participaci贸n, pero no deja de ser el primer ejercicio en su tipo. El segundo probablemente atraer谩 m谩s votantes a las urnas, y pienso que tambi茅n generar谩 una mayor polarizaci贸n pol铆tica: la consulta de revocaci贸n de mandato del presidente L贸pez Obrador, agendada para marzo de 2022.
La consulta de revocaci贸n de mandato no parece tener raz贸n de ser, ya que el Presidente fue electo para un periodo sexenal, un periodo definido por la Constituci贸n y que lleva cumpli茅ndose desde L谩zaro C谩rdenas (1934-1940) sin ninguna interrupci贸n ni sobresalto. La consulta plantear谩 a la ciudadan铆a si quiere que el Presidente contin煤e en su cargo o no, o alguna modalidad as铆, que implique continuidad o destituci贸n.
Mi expectativa de que esa consulta tenga una mayor participaci贸n que la del 1 de agosto, as铆 como una mayor polarizaci贸n pol铆tica, se basa en que los actores pol铆ticos en ambos lados estar谩n mucho m谩s involucrados. Del lado oficial, estar谩 en juego no s贸lo la figura y liderazgo del Presidente, sino su proyecto entero. Del lado opositor, estar谩 en juego la fuerza con la que salgan el Presidente y su partido de ese ejercicio de consulta ciudadana. Ambos aspectos tienen implicaciones claras para las elecciones presidenciales de 2024.
Como coment茅 ayer en el foro EF Meet Point Virtual de EL FINANCIERO, desde ya se prev茅n tres escenarios para la consulta de revocaci贸n de mandato. En uno arrasa el s铆: el respaldo a que L贸pez Obrador contin煤e como presidente va de una clara a una contundente mayor铆a. En un segundo escenario, gana el s铆 a que L贸pez Obrador contin煤e pero en un escenario mucho m谩s cerrado, ya sea con una ligera mayor铆a o con una pluralidad, si es que los votos nulos se contabilizan. Y un tercer escenario es que el Presidente pierda la votaci贸n y se le revoque el mandato.
El primer escenario es bastante probable y depender谩 de la capacidad e inter茅s de movilizaci贸n de las fuerzas pol铆ticas. Una baja participaci贸n significar铆a que los morenistas o los seguidores de la 4T sean los que voten principalmente, como el pasado 1 de agosto, cuando vot贸 apenas 7 por ciento del electorado pero gan贸 el s铆 con m谩s de 90 por ciento. Creo que al estar en juego la figura del actual Presidente se atraer谩 m谩s votantes a las urnas que la llamada a enjuiciar a los expresidentes.
El segundo escenario es, en mi opini贸n, todav铆a m谩s probable. La oposici贸n tendr谩 muchos m谩s incentivos a invertir en la movilizaci贸n, cosa que no hizo en esta primera consulta de agosto porque me parece que era pol铆ticamente m谩s rentable no hacer nada. La raz贸n para movilizar en 2022 es que un escenario claramente favorable para el Presidente lo fortalecer铆a a 茅l y a su partido rumbo a las elecciones de 2024. Para la oposici贸n, el objetivo real no ser铆a derrotar a AMLO en la revocaci贸n de mandato, sino debilitarlo. La consulta del 1 de agosto dej贸 un sabor agridulce porque, si bien arras贸 el s铆, la participaci贸n fue muy baja. En la revocaci贸n de mandato podr铆a esperarse lo opuesto: una participaci贸n significativamente m谩s alta pero con un resultado mucho m谩s cerrado.
El tercer escenario lo veo como el menos probable y, a su vez, como el menos deseable, debido a la crisis pol铆tica en la que podr铆a entrar el pa铆s ante una eventual destituci贸n del Presidente. Sin embargo, aunque no sea muy probable, no deja de ser posible una derrota de AMLO. Dicha derrota podr铆a ser el reflejo de un descontento acumulado al cuarto a帽o de gobierno, con altos 铆ndices de inseguridad, una econom铆a nacional estancada y una pandemia cuya luz al final del t煤nel no logra verse al d铆a de hoy. Y no hay que olvidarnos del proceso de una polarizaci贸n ya normalizada en el pa铆s.
M谩s que un ejercicio de unidad nacional y de respaldo a la figura presidencial, la consulta de revocaci贸n de mandato luce como un proceso altamente polarizante. En su forma, la pregunta puede ser algo as铆 como si deseas o no que el Presidente contin煤e con su mandato. La respuesta institucional deber铆a ser que s铆, que termine. En el fondo, y bajo la narrativa que conocemos en estos d铆as, la pregunta podr铆a entenderse como 鈥溌縠st谩s conmigo o est谩s contra m铆?鈥 En vez de ser una ratificaci贸n puramente procedimental, la consulta podr铆a resultar en un conflicto de identidades sociopol铆ticas agudamente activadas: los transformadores contra los conservadores, por decir lo menos.
