Rogelio Ríos

MIRADA AL MUNDO
Con la salida de Martha Bárcena de la embajada de Washington se cerrará un ciclo muy interesante en la diplomacia mexicana.


La forma de llegar y postrarse ante la Virgen puede ser distinta, caminando o conectándose a la red, pero no pierde un gramo de su fuerza.


Los mexicanos que envían dinero a sus familias a México no lo hacen para apoyar las políticas de Andrés Manuel López Obrador ni de cualquier otro político.


Los sentimientos que rodean la celebración este año son similares a los de hace 19 años, tras los ataques a las Torres Gemelas: un amenazante presente y un inquietante futuro.


Sólo en el contexto de este decisión puede entenderse ahora la postura irracional del Presidente López Obrador de no reconocer a Joseph Biden como Presidente electo de Estados Unidos.


De haber permitido la difusión de falsedades de Trump, los periodistas y medios de comunicación estadounidenses habrían faltado a sus principios periodísticos.


Es casi un hecho de que Biden será el Presidente número 46 de Estados Unidos.


Una participación latina récord pondría al máximo el nivel de exigencia para el futuro Presidente de Estados Unidos para que atienda la agenda hispana y reconozca el valor que como comunidad tiene.


La detención del General Salvador Cienfuegos deja al descubierto que la relación bilateral entre México y Estados Unidos en el combate al narcotráfico esta rota.


No veo un escenario que sea de ganar-ganar para México en todo esto: el Ejército de Peña Nieto es el mismo de López Obrador.


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