Salvador Borrego

López Obrador y su gobierno, tienen como características no sólo la ignorancia y mediocridad, sino también la ingratitud. ¡Muera la inteligencia! parece ser el grito de batalla de la 4T.

Tanto AMLO como Díaz-Canel, piden respeto y libertad a los gringos, para ellos poder ser irrespetuosos y tener limitada su libertad a sus ciudadanos.

Los sectores sensatos de Morena ya se empiezan a manifestar en contra de la polarización y lo han hecho, ni más ni menos, teniendo como vocero al mismísimo Eduardo Ramírez, presidente del Senado de la República.

Aunque las estimaciones parecen favorecer a Morena rumbo al 6 de junio, su obsesión por generar condiciones de competencia favorables, nos hace pensar que temen como el que temió.

Pese a que los principales indicadores de su gobierno no son buenos, la aprobación de López Obrador no ha menguado.

AMLO no convencía del todo a algunos de quienes lo apoyaron para llegar al poder, pero lo hicieron por sus posibilidades de triunfo.

Para que el número de contagios de COVID-19 se acomodé a su predicción, las autoridades sanitarias de México transan con el proceso.

Se mantiene estable la aprobación del presidente, pero abajo del 70% que presume.

La corrupción del pasado tendrá menos impacto que la del presente. Por aquella ya pagamos el precio, y por la corrupción actual debemos pagar su precio hoy.

Había en aquellos pueblos, de aquellos tiempos, personajes muy ingeniosos que entretenían a sus compañeros de copas contando mentiras, e incluso se hacían competencias entre mentirosos.