Rogelio Ríos

MIRADA AL MUNDO
La indiferencia de los mexicanos, y sobretodo del gobierno morenista, hacia Ucrania es insostenible en vista de lo que está en juego en el campo de batalla: el fin de las libertades políticas en Occidente. 


Tres Golfos en una misma región son demasiados. Tenemos más que suficiente con los golfos que gobiernan a Estados Unidos, México y Cuba. 


La reconstrucción de la Franja de Gaza, sus ciudades y campos de cultivo, el tejido social roto, el patrimonio cultural perdido, no es tarea de un solo hombre ni país, por más poderosos que sean.


El hilo que une a los movimientos “Make America Great Again” y Movimiento de Regeneración Nacional es delgado, pero resistente: es el hilo de la complicidad. Lo importante es la lealtad (o sumisión) no la capacidad.


En momentos como el que estamos viviendo es cuando la “asimetría” o disparidad entre México y Estados Unidos se revela en su máximo punto: las decisiones se toman en Washington, estén o no estén preparados los mexicanos.


La personalidad explosiva e impredecible de Trump y las limitaciones de su nominado para Secretario de la Defensa, Peter Hegseth, son motivo de honda preocupación para la paz mundial.


Es evidente que la visión política restringida, simplificadora y fanatizada del nuevo gobierno MAGA que llegará a la Casa Blanca junto con Donald Trump, no responde a la dinámica de la población americana. 



La corrupción es un arma política con doble filo, se permite o se combate con tal de destruir o cooptar a los rivales y también se usa para premiar a los seguidores más fervorosos, menciona el escitor en su libro “Mitos Mexicanos”.


El “Legado” de López Obrador fue la mendacidad como herramienta superior de gobierno. Si vas a mentir, hazlo abierta y cínicamente, sin reparos éticos. 


En todo momento, Gisele quiso mostrar a Francia y al mundo el horror que ella vivió, y que viven todavía las mujeres cuyas voces están ahogadas o apagadas, en muchos casos, quizá para siempre.


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